Veamos este desarrollo sobre los diálogos del Profesor Eduardo Scarletti:
1. El guión (-) sirve generalmente
para indicar tanto las intervenciones o parlamentos de los
personajes (guiones de diálogo) como los incisos del narrador. En el
primer caso, el guión va pegado a la inicial de la palabra con la
que comienza el parlamento, con la sangría de la primera línea del
párrafo (es decir, texto «entrado»). En el segundo caso, va
precedido de un espacio cuando comienza el inciso, y seguido de
espacio cuando termina (este último guión sólo se emplea cuando el
inciso está dentro del parlamento; cuando está situado al final
nunca debe cerrarse: véase, más adelante, el punto 1.9). Estos diez
ejemplos recogen sus usos más frecuentes:
-He descubierto que tengo cabeza y estoy
empezando a leer. [1]
-Oh, gracias. Muchas gracias por sus
palabras -murmuró Jacqueline. [2]
-Somos muchos de familia -terció Agostino-
y trabajamos todos. [3]
-Seguro que, a la larga -replicó Carlota
con decisión-, todo se arreglará. [4]
-¡Sophie, vuelve! -insistía Stingo-. He de
hablar contigo ahora mismo. [5]
-¿Y tú qué entiendes de eso? -saltó Stephen-.
No has leído un verso en tu vida. [6]
-Con lo que me hubiera gustado escribir...
-susurró-. Poesía. Ensayo. Una buena novela. [7]
-Esto no puede continuar así. La cosa ha
ido demasiado lejos -se levantó, al tiempo que se miraba las manos-.
Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura. [8]
-Esto no puede continuar así. La cosa ha
ido demasiado lejos. -Se levantó, al tiempo que se miraba las
manos-. Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura. [8 bis]
-Sí, amigo mío, me asombra tu valentía
-dijo ella con aplomo. Y tras una breve pausa, añadió-: Admiro de
veras tu sangre fría. [9]
-Ya sé en qué está pensando -dijo la
propietaria-: en el color rojo. Todos hacen lo mismo. [10]
Comentemos
brevemente, punto por punto, estos ejemplos.
Caso 1
-He descubierto que tengo cabeza y estoy
empezando a leer.
1.1. El caso más sencillo es el primero.
Adviértase simplemente que el guión de arranque de diálogo va pegado
a la primera palabra del parlamento. Sería un error indicarlo así:
- He descubierto que tengo cabeza y estoy
empezando a leer.
1.2. Como se ve en el segundo ejemplo, el
guión de cierre se considera superfluo -y por tanto se elimina-
cuando el párrafo termina con un inciso del narrador. Es incorrecto
indicarlo así:
-Oh, gracias. muchas gracias por sus
palabras -murmuró Jacqueline-.
1.3. En el tercer ejemplo, obsérvese que
los guiones que encierran el inciso del narrador van pegados a éste,
no separados de él; pero adviértase que tampoco van pegados al
parlamento del personaje. Así pues, sería erróneo indicarlo de estas
dos maneras:
-Somos muchos de familia - terció Agostino
- y trabajamos todos.
-Somos muchos de familia-terció Agostino-y
trabajamos todos.
1.4. En el cuarto ejemplo, la coma que va
después de la palabra «larga» debe ir después del inciso, nunca
antes. O sea, no debe indicarse así:
-Seguro que, a la larga, -replicó Carlota
con decisión- todo se arreglará.
1.5, 1.6, 1.7. En los ejemplos quinto,
sexto y séptimo puede observarse que figura un punto de cierre
después del inciso del narrador, aun cuando el parlamento del
personaje previo al inciso lleve signos de exclamación, de
interrogación o puntos suspensivos (signos que, en realidad, no
tienen función de cierre propiamente dicha). Por consiguiente, estos
diálogos no deberían indicarse así:
-¡Sophie, vuelve! -insistía Stingo- He de
hablar contigo ahora mismo.
-¿Y tú qué entiendes de eso?-saltó Stephen-
No has leído un verso en tu vida.
-Con lo que me hubiera gustado escribir...
-susurró- Poesía. Ensayo. Una buena novela.
1.8. En la primera variante del ejemplo
octavo [8] vemos que antes del inciso del narrador no figura punto.
Puede justificarse esta elección aduciendo que, si bien el inciso no
tiene relación directa con el diálogo, se considera implícito un
verbo dicendi, como decir, afirmar, añadir, preguntar, insistir,
terciar, etc. («-dijo y se levantó», «-dijo levantándose», «-dijo y,
acto seguido, se levantó», etc.).
Pero si se considera que el inicio no tiene
relación directa con el parlamento anterior, el diálogo puede
disponerse tal como se indicaba en el ejemplo [8 bis]. Obsérvese, en
el ejemplo que ofrecemos a continuación, que ponemos punto después
de "lejos" y que el inciso del narrador comienza con mayúscula.
-Esto no puede continuar así. La cosa ha
ido demasiado lejos. -Se levantó, al tiempo que se miraba las
manos-. Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura.
En cualquier caso, en lo que respecta al
guión de cierre del inciso, no debe marcarse con el punto antes del
guión, como en este ejemplo (que es, por tanto, erróneo):
-Esto no puede continuar así. La cosa ha
ido demasiado lejos. -Se levantó, al tiempo que se miraba las
manos.- Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura.
1.9, 1.10. También en los ejemplos noveno y
décimo hay una marcada tendencia a la unificación, en el sentido de
que los dos puntos suelen figurar después del guión que cierra el
inciso del narrador. Conforme a este criterio -que también tiene la
virtud de la simplicidad-, se pasa por alto esta distinción: en el
noveno ejemplo, los dos puntos pertenecen al inciso del narrador,
mientras que en el décimo forman parte del parlamento del personaje;
ello se ve claramente si suprimimos los incisos:
-Sí, amigo mío, me asombra tu valentía.
Admiro de veras tu sangre fría.
-Ya sé en qué está pensando: en el color
rojo. Todos hacen lo mismo.
Caso 2
-He descubierto que tengo cabeza y estoy
empezando a leer.
2. Cuando la intervención de un personaje
se dispone en varios párrafos a causa de su extensión, a partir del
segundo párrafo no hay que usar guiones sino sólo comillas de seguir
que -conviene insistir en ello- no deben cerrarse al final.
-Sí. Porque no me lo había planteado antes.
No había querido hacerlo. Los detalles adquirieron entonces una
increíble importancia. Me aturdía encontrarme otra vez en Nueva York,
sinceramente. Me sentía como una extraña, como si aquella no fuera
mi ciudad.
»Cuando llegamos a Hamond Hill estaban
todos allí en la sala. Y la misma ansiedad que había sentido antes
se repitió en aquellos momentos con mis hermanos y mi hermana. No me
cansaba de mirarlos. Los veía también como unos extraños, como si no
fueran de mi misma carne...
»Y recuerda lo que te digo. Me has pedido
que te lo cuente y eso es lo que estoy haciendo. Nos reunimos con
los demás y hablamos con papá y mamá, que habían organizado la
reunión como si se tratara de un congreso. Lo único que faltaba eran
tarjetas en las solapas.
2.1. También usaremos este tipo de comillas
siempre que un diálogo aparezca dentro de otro diálogo, pero en este
caso, después de las comillas (que tampoco se cerrarán) sí debe ir
el guión correspondiente.
-La historia de Arturo y Raquel sería
incluso divertida si no fuera tan trágica. Hacían una sola comida al
día, hasta que a él se le ocurrió la idea. Y recuerdo perfectamente
-seguía explicando Jacques- la conversación que tuvieron:
»-Deja de quejarte -le dijo él-. Ya sé cómo
podemos comer.
»-¿Cómo? -preguntó ella, atónita.
»-Muy sencillo -contestó él-. Ve a la
Maternidad y les dices que estás embarazada. Te darán comida y no te
preguntarán nada.
»-¡Pero yo no estoy embarazada! -chilló
ella.
»-¿Y qué? -repuso él-. Basta con una
almohada o dos. Es nuestra última oportunidad y no podemos dejarla
escapar.
Obsérvese que los incisos de los personajes
cuya conversación transcribe Jacques van también con guiones, en vez
de abrir y cerrar comillas cada vez. En estos casos puede
sacrificarse la normativa a la superior claridad expositiva, puesto
que el riesgo de confusión es mínimo (véase el punto 3). Creemos que
esta disposición resulta más sencilla que la que figura a
continuación, hecha a base de comillas latinas e inglesas, en la que
llegan a acumularse nada menos que tres signos de puntuación (,"¿):
»"Deja ya de quejarte", dijo él. "Ya sé
cómo podemos comer."
»"¿Como?", preguntó ella, atónita.
Y ello por no hablar de las dudas sobre si
la coma del primer parlamento debe ir antes o después de las
comillas, en caso de que quisiéramos unificarlo con la segunda parte
del parlamento, que termina con punto y comillas («Deja ya de
quejarte,» dijo él).
Caso 3
-Somos muchos de familia -terció Agostino-
y trabajamos todos.
3. En los diálogos, los incisos que
correspondan al personaje que está hablando han de ir entre
paréntesis, no entre guiones, porque podrían confundirse con un
inciso del narrador (el segundo ejemplo muestra la manera incorrecta
de marcarlos):
-Aquella noche soñé (o al menos eso creo
recordar) que Teresa y tú paseabais por la orilla del lago -confesó
inquieto Miguel.
-Aquella noche soñé -o al menos eso creo
recordar- que Teresa y tú...
Caso 4
-Seguro que, a la larga -replicó Carlota
con decisión-, todo se arreglará.
4. Es posible que un diálogo empiece con
puntos suspensivos y con inicial minúscula. Ello ocurre cuando un
personaje retoma una conversación interrumpida por el parlamento de
otro personaje. Adviértase, en el tercer ejemplo, que los puntos
suspensivos van pegados al guión, y por tanto separados de la
primera palabra del diálogo ("y"):
-Depende de cómo se interpreten sus
palabras -dijo insegura la señorita Fischer-. Quiero decir que
cuando una muchacha no puede acercarle la mantequilla a un hombre
sin ruborizarse hasta las orejas...
-Comprendo perfectamente su turbación
-cortó con aspereza la señorita Pearl.
-... y cuando le da las gracias y luego le
pregunta si quiere una galleta como si él fuera el médico de la
familia... No sé si entiende lo que quiero decir.
Caso 5
-¡Sophie, vuelve! -insistía Stingo-. He de
hablar contigo ahora mismo.
5. Es un error inadmisible usar, a lo largo
de una obra de narrativa, comillas de apertura y de cierre -que
aparecen sistemáticamente en obras anglosajonas, alemanas y con
frecuencia, aunque no siempre, en las italianas- en vez de guiones.
Las comillas deben reservarse para los diálogos sueltos que aparecen
dentro de una descripción larga del narrador.
5.1. Si al uso de comillas en vez de
guiones se le suma una excesiva fidelidad tipográfica al original,
el resultado puede ser teóricamente injustificable y contrario a
toda normativa (véase, en el ejemplo siguiente, la curiosa manera
(errónea) de introducir los verbos dicendi, que aparecen en
minúscula aunque vayan precedidos de punto). El fragmento que
ofrecemos está tomado de la última versión castellana -la mejor,
literariamente hablando- de la novela de William Faulkner El
ruido y la furia (1987):
«Hace demasiado frío». dijo Versh. «No irá
usted a salir».
«Qué sucede ahora». dijo Madre.
«Que quiere salir». dijo Versh.
«Que salga». dijo el tío Maury.
«Hace demasiado frío». dijo Madre. «Es
mejor que se quede dentro. Benjamín. Vamos. Cállate».
5.2. Tampoco debe seguirse la disposición
que suele aparecer en obras francesas, una curiosa mezcla de
comillas, comas y guiones: el primer parlamento se inicia con
comillas, en los sucesivos se usan guiones y el diálogo vuelve a
cerrarse generalmente con comillas:
«Je n'ai pas envie de te voir comme une
étrangère.
-Tu aimes mieux ne pas me voir du tout?,
insistai-je.
-Mettons que ce soit ça», dit-il séchement.
Caso 6
-¿Y tú qué entiendes de eso? -saltó Stephen-.
No has leído un verso en tu vida.
6. Al contrario de lo que ocurre con
frecuencia en obras anglosajonas e italianas, los diálogos en
narrativa irán habitualmente en punto y aparte (excepto, claro está,
cuando sean breves y vayan dentro de un párrafo que es preferible no
dividir; véase el punto 5). Adviértase -y esta regla debe seguirse
sin fisuras- que las comillas que aparecen en los diálogos del
original se sustituyen sistemáticamente por guiones, como ya hemos
dicho.
Este es el original inglés:
For herself, Jane wanted to find out
diplomatically, before asking straight out, whether the blue suit
was here or whether it had gone off too. «I thought I saw John,» she
said. «Dashing out of the Post Office. What was he wearing?» «A
raincoat,» said Martha. «And that good-looking blue suit?» persisted
Jane. «Why, yes, I think so", said Martha. «Yes, he was,» she added,
more positively. Jane caught her breath. «How long is he going to he
gone?» «Just today,» said Martha. ~He has to see somebody for dinner.
He'll be back late tonight. «Oh,» said Jane.
Y ésta la versión castellana:
Jane quería descubrir con diplomacia, sin
preguntarlo directamente, si el traje azul estaba allí o si también
había desaparecido.
-Me parece que he visto a John -dijo-
cuando salía de Correos. ¿Qué era lo que llevaba puesto? [1]
-Un impermeable -dijo Martha.
-¿Y aquel hermoso traje azul? -insistió
Jane.
-Pues, sí, creo que sí -respondió Martha, y
luego añadió con seguridad-: Sí, lo llevaba. [2]
Jane contuvo el aliento: [3]
-¿Cuánto tiempo estará fuera?
-Sólo hoy -dijo Martha-. Tiene que cenar
con alguien. Llegará esta noche, tarde.
-Ah -repuso Jane.
Véanse, en los párrafos marcados con [1],
[2] y [3], las libertades que en lo relativo a la puntuación se toma
el traductor (buen conocedor del tema, por cierto). Su versión es
indudablemente más fluida que una puntuación demasiado fiel al
original inglés, como ésta:
-Me parece que he visto a John -dijo-.
Cuando salía de Correos.
-Pues sí, creo que sí -dijo Martha-. Sí, lo
llevaba -añadió luego con seguridad.
Jane contuvo el aliento.
Obsérvese que en el párrafo [1] se elimina
un punto y la frase gana en fluidez; en el [2] se unifican en un
solo inciso las dos intervenciones de Martha; y en el [3] se
sustituye el punto de cierre por dos puntos, para aclarar qué
personaje habla.
6.1. Salvo casos excepcionales, la norma
del punto 6 debe seguirse con rigor cuando son varios los personajes
que hablan: poner los diálogos uno tras otro, aunque sea con
guiones, resulta confuso y complica innecesariamente la lectura.
Véase este ejemplo, perteneciente a la novela El grupo, de Mary
McCarthy (1966):
Libby se puso exageradamente pensativa. Se
llevó un dedo a la frente. -Creo que sí -afirmó, asintiendo tres
veces-. ¿Pensáis realmente...? -empezó con presteza. Lakey hizo
señales a un taxi con la mano. -Kay dejó al primo en la sombra, con
la esperanza de que alguna de nosotras le proporcionara algo mejor.
-¡Lakey! -murmuró Dottie, moviendo con reproche la cabeza. -Caramba, Lakey
-dijo con risa de falsete Libby-; sólo a ti se te ocurren
estas cosas.
6.2. El punto y aparte también suele usarse
en aquellos casos en que el inciso del narrador empieza con un verbo
dicendi y continúa, después de punto, con un texto de extensión
considerable (por ejemplo, una descripción sobre las características
del personaje que habla, una puntualización sobre el lugar donde se
desarrolla la acción o precisiones de diversa naturaleza). Véase el
ejemplo:
-Todo está bien -dijo Arturo.
Iba vestido con una camiseta y pantalones
cortos de deporte, y llevaba sandalias de jardín. Vestido de esta
manera, fascinó aún más al agente con el que se había encontrado en
junio, el día que alquiló la casa. Arturo le parecía misterioso y
fuerte. Su rostro le traía al pensamiento sal, viento, mujeres
extranjeras, soledad y sol. |
Los invito a leer mi novela de intriga y erotismo:" La crisis del yen y la industria automotriz nipona" http://www.bubok.com.ar/libros/198420/La-Crisis-del-Yen-Y-la-Industria-Automotriz-Nipona
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