viernes, 8 de mayo de 2015

DIÁLOGOS: NUNCA PONGAS ABREVIATURAS

Por Claudia Esther Cartasso.

 
"Marcos escondió la pistola en el bolsillo de su gabán y entró con cara de inocente al consultorio de su víctima.
-Buenas tardes -le dijo a  la recepcionista-. Tenía una entrevista con el Dr. Méndez a las 16hs. Sé que es un poco temprano. ¿Podría ir a tomar un café abajo o debo esperarlo aquí mismo?
-El Dr. está un poco atrasado con la consulta -respondió la mujer con cierta dulzura-. Ud. es el Sr. Colman ¿verdad?. Puede quedarse o irse Sr. Colman pero no lo verá hasta dentro de, más o menos, 45 min."


¡HORROROSO!

Esas abreviaturas, esos números distraen al lector, lo sacan de clima. El lector está viendo la película que le estamos presentando y los acontecimientos deben fluír en su mente sin escollos. 
A ver si así se lee mejor:
 
"Marcos escondió la pistola en el bolsillo de su gabán y entró con cara de inocente al consultorio de su víctima.
-Buenas tardes -le dijo a  la recepcionista-. Tenía una entrevista con el doctor. Méndez a las dieciséis. Sé que es un poco temprano. ¿Podría ir a tomar un café abajo o debo esperarlo aquí mismo?
-El doctor está un poco atrasado con la consulta -respondió la mujer con cierta dulzura-. Usted es el señor Colman ¿verdad?  Puede quedarse o irse señor Colman pero no lo verá hasta dentro de, más o menos, cuarenta y cinco minutos."


Esto  mismo se aplica para todo el relato, no se circunscribe solamente a los diálogos. Comparemos:

    
a)  "Había manejado toda la noche violando incluso el límite de velocidad en ruta de 120 km/h, que era el permitido en ese país." 


b)  "Había manejado toda la noche violando incluso el límite de velocidad en ruta de ciento veinte kilómetros por hora, que era el permitido en ese país." 



Como bien dice el título de esta entrada: No pongas abreviaturas.






P.D:
Los invito a leer mi novela de intriga y erotismo: " La crisis del yen y la industria automotriz nipona" .Para ello deben entrar a http://www.bubok.com.ar/libros/198420/La-Crisis-del-Yen-Y-la-Industria-Automotriz-Nipona y podrán descargarla en formato PDF a través de su correo electrónico para entretenerse en los días fríos si están en el hemisferio sur o en la playa si están en el hemisferio norte. Les prometo que no encontrarán ninguna abreviatura allí.


DIÁLOGOS: PAÍSES, NACIONALIDADES, LINAJES.

Por Claudia Esther Cartasso:
        Un adjetivo gentilicio es "aquel que denota la procedencia geográfica de la persona" dice el diccionario de la lengua española de la Real Academia Española. El adjetivo gentilicio se puede convertir en sustantivo cuando se omite mencionar a la persona: "la francesa". por "la mujer francesa", por ejemplo.
         No importa de qué procedencia geográfica estemos hablando, podemos hablar de un país, una provincia, una región, un planeta, una galaxia reales o ficticias pero el gentilicio SIEMPRE se escribirá con minúscula.
         Una clase especial de gentilicios son las formas en que popularmente se llama a personas nacidas en ciertos lugares o aunque no nacidas al menos oriundas de determinados lugares: los porteños, los boricuas, jarochos, maragatos etc.


        Veamos ahora este ejemplo en el que Pélida y Atrida van con mayúsculas y alcaremos desde ya que NO son gentilicios. Pélida y Atrida remiten al linaje y no a la región de donde venían estos héroes.Los Pélidas eran los hijos del mitico Peleo esposo de la diosa Tetis. Aquiles era hijo de ambos por eso Homero lo llamó el Pélida, asi como a Agamenon y a su hermano Menelao los llamaba los Atridas por ser hijos del rey Atreo. :


"Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquileo; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves —cumplíase la voluntad de Zeus—desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquileo.

"¿Cuál de los dioses promovió entre ellos la contienda para que pelearan? El hijo de Zeus y de Leto. Airado con el rey, suscitó en el ejército maligna peste y los hombres perecían por el ultraje que el Atrida infiriera al sacerdote Crises. Este, deseando redimir a su hija, habíase presentado en las veleras naves aqueas con un inmenso rescate y las ínfulas del flechador Apolo que pendían de áureo cetro, en la mano; y a todos los aqueos, y particularmente a los dos Atridas, caudillos de pueblos, así les suplicaba: —¡Atridas y demás aqueos de hermosas grebas! Los dioses, que poseen olímpicos palacios, os permitan destruir la ciudad de Príamo y regresar felizmente a la patria. Poned en libertad a mi hija y recibid el rescate, venerando al hijo de Zeus, al flechador Apolo.

"Todos los aqueos aprobaron a voces que se respetase al sacerdote y se admitiera el espléndido rescate: mas el Atrida Agamemnón, a quien no plugo el acuerdo, le mandó enhoramala con amenazador lenguaje (y sigue)

Esto no lo escribe Homero, ni siquiera Homero Simpson: Los invito a leer mi novela de intriga y erotismo:"  La crisis del yen y la industria automotriz nipona" .Para ello deben entrar a http://www.bubok.com.ar/libros/198420/La-Crisis-del-Yen-Y-la-Industria-Automotriz-Nipona y podrán descargarla en formato PDF a través de su correo electrónico para entretenerse en los días fríos si están en el hemisferio sur o en la playa si están en el hemisferio norte.

jueves, 7 de mayo de 2015

DIáLOGOS: APRENDER CON UN EJEMPLO INTERESANTE DE DIÁLOGO:

Por Claudia Esther Cartasso.

Después de leer lo anterior vamos a ver un ejemplo de diálogo en un relato escrito en primera persona y en tiempo presente. Marcaré en color rojo lo que debemos tener en cuenta. Mis comentarios van en verde. Si quisiera resaltar la presencia de un espacio pondré el signo #

Le estoy preguntando a Jane: (dos puntos sin espacio después de "Jane")
-¿Cuántas personas en este mundo son como yo?
Ella hace una pausa y después responde cuidadosamente:
-Creo que...#¿nadie?#-apunta.(primer verba discendi, no lleva mayúsculas y sustituye a "contesta")
-Deja que te vuelva a plantear la cues...#Espera,#¿cómo tengo el pelo?#-le pregunto, interrumpiéndome.
-Uh, bien.
-Vale. Deja que te vuelva a plantear la cuestión.#-Doy un sorbo a la cerveza-.Vale. ¿Por qué te gusto?#-pregunto.
Después de: "-Vale. deja que te vuelva a plantear la cuestión." el relator se aparta de la circunstancia del diálogo y apunta algo externo a él. En este caso necesita explicar que da un sorbo a la cerveza. Por eso después de cuestión va un punto y "Doy" comienza con mayúsculas. De todas maneras como todo se inscribe en la circinstancia del diálogo el punto de "Doy un sorbo a la cerveza va después de la raya y el diálogo continúa.
No importa de qué circinstancia se habla, si no hay verbo enunciativo la frase terminará con punto y espacio y el comentario siguiente comenzará con mayúsculas.

Otros ejemplos:
-Necesito que me digas que me amas -rogué.

-Necesito que me digas que me amas -rogué mientras la miraba gravemente.
-Necesito que me digas que me amas. 
-Necesito que me digas que me amas -rogué y agregué ensegida-: de ello dependerán muchas cosas.
-Necesito que me digas que me amas -rogué urgido-, de ello dependerán muchas cosas.
-Necesito que me digas que me amas. -Desde afuera llegaba el sonido de las sirenas de la policía-. De ello dependerán muchas cosas.

Continuemos con el ejemplo:

Ella pregunta a su vez: 
-¿Por qué? (En el texto igual que con la interrogación de más arriba "¿Por qué te gusto?" ambos parlamentos han sido escritos con  cursivas. Con el uso de las cursivas el autor denota que los interlocutores imprimen a esas frases una emoción que no se encuentra en el resto del diálogo.)
-¿Por qué? 
-Bueno... -Me cae una gota de cerveza en mi camisa Polo. Ella me tiende una servilleta. Un gesto práctico que me conmueve-. Te... interesan los demás -dice con indecisión-. Es algo muy raro en lo que... -se vuelve a interrumpir-, es... me parece..., un mundo hedonista. Esto es..., Patrick. me estás avergonzando. -Niego con la cabeza cerrando los ojos.
 Un par de precisiones: a) "se vuelve a interrumpir" también va con minúsculas porque las expresiones enunciativas abarcan los parlamentos como los silencios.Se está describiendo lo que enuncia, sus interrupciones y lo que no enuncia.b)"Niego con la cabeza cerrando los ojos" ¿Por qué escribirlo a continuación de lo que ella dice cuando podría haverse escrito aparte. Escribirlo aparte podría haber sido una opción pero escribirlo a continuación muestra que este gesto -negar con la cabeza y cerrar los ojos- es consecuencia de lo que se ha escuchado de ella.
-Sigue -la animo-. Por favor. Quiero saberlo.
-Eres encantador. Eres dulce. -Pone los ojos en blanco-. Y la dulzura es... sexy..., no sé. pero eres tan... misterioso. Y creo que... eres... misterioso. -Silencio, seguido de un suspiro-. Y eres... considerado. -Se da cuenta de algo, ya no está asustada, me mira directamente-. Y yo creo que los hombres tímidos son románticos.


(el diálogo está tomado de la novela American Psycho de Bret Easton Ellis)

DIÁLOGOS: DESPUÉS DE LOS DOS PUNTOS VA MINÚSCULA, SALVO....

Esto enseña FUNDEU:

Después de dos puntos se escribe minúscula, salvo en casos excepcionales.
Este signo, que expresa relación entre el texto precedente y el posterior, sirve para introducir enumeraciones, conclusiones, ejemplos o información que concreta lo que acaba de anunciarse, como en «Se confirma la noticia: el Chelsea ficha a Rafa Benítez».
Entre las excepciones a esta norma, más allá de usos no habituales en textos periodísticos (después de encabezamientos de cartas o mensajes electrónicos, por ejemplo, en cuyo caso lo apropiado es escribir la siguiente palabra en renglón aparte), cabe destacar que los dos puntos van seguidos de mayúscula cuando introducen una cita o un pensamiento en estilo directo.
Por tanto, en el siguiente ejemplo lo apropiado es escribir mayúscula después de los dos puntos: «Durante una conferencia de prensa, el mandatario afirmó: “No hay país en la tierra que tolere que una lluvia de misiles caiga sobre sus ciudadanos desde fuera de sus fronteras”».
Por otra parte, se recuerda que la Ortografía de la lengua española considera incompatible escribir dos puntos después de como" o de preposiciones (1), así como incluir más de un signo de dos puntos en una misma oración.
De este modo, en «Rafa Benítez ha entrenado en: España, Inglaterra e Italia, donde se ha hecho cargo de equipos como: el Valladolid, el Extremadura, el Valencia, el Liverpool, el Inter de Milán y ahora el Chelsea», lo apropiado habría sido escribir «Rafa Benítez ha entrenado en España, Inglaterra e Italia, donde se ha hecho cargo de equipos como el Valladolid, el Extremadura, el Valencia, el Liverpool, el Inter de Milán y ahora el Chelsea».

(1) La lista tradicional de preposiciones en español es: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras. La lista oficial de la Real academia Española para el español actual es: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, según, sin, so, sobre, tras, versus, vía. (Fuente Wikipedia).

miércoles, 6 de mayo de 2015

DIÁLOGOS:¿QUÉ NARRADOR SERÉ PARA MI RELATO?

Un narrador es la entidad creada por el autor –persona física- que relata los acontecimientos de una narración y NUNCA debe confundirse con la persona del escritor aunque la narración sea en primera persona :Ej: "Empiezo a escribir estas líneas antes de cometer mi próximo crimen" o "Ayer me desperté y había soñado con ustedes, queridos lectores, los había soñado como un conjunto de pirañas dispuestos a devorarme" -he colocado un ejemplo en presente y otro en pasado pero el narrador escribe en  primera persona-. Este "narrador" es el encargado de contar su punto de vista de los hechos. Se utiliza como estrategia artística para darle cierto atractivo a la historia que se describe. El relator o narrador puede adoptar variadas posturas ante los actos y es elegido por el autor según su conveniencia para que sea más funcional al relato. Entre los múltiples tipos de narrador que existen, se encuentran:
  • Protagonista: los sucesos están contados en primera persona del singular (yo). Forma parte de la historia, siendo el protagonista que asume el rol de contar su visión subjetiva. Tiene una participación activa en las acciones. Ej: "Ayer me apetecía tomar un helado. Estaba sentado en un banco, en el parque, y la heladería quedaba al otro lado, cruzando la calle. Me levanté rápido y fui hacia allí, pero no miré al cruzar la carretera y un coche me atropelló. Por suerte no fue fuerte el impacto, el conductor me vio y pudo frenar, pero, aún así, ahora estoy en el hospital, en observación durante 24 eternas horas en las que me obligan a permanecer aquí tumbado en la cama...".
  • Testigo u Observador: adquiere el rol de espectador en primera persona pero tiene una óptica ajena a los hechos de la historia. El foco no está puesto en él sino que cuenta su punto de vista sobre lo que acontecen otros personajes dentro de la narración. Mantiene una mirada más objetiva ya que no está afectado por lo que ocurre Ej: “Sentados en las tribunas del estadio, podíamos sentir la tensión de los 22 jugadores en la cancha mientras nuestro campeón, se preparaba para anotar ese penal decisivo bajo la atenta mirada de sus compañeros. Anotó justo en uno de los ángulos del arco, y el estadio se vino abajo. Éramos los campeones”.
  • Interlocutor o de monólogo interior: cuenta los sucesos en segunda persona del singular (tu, usted o vos) como si hablara con un tercero pero, en realidad, mantiene un dialogo consigo mismo. Ej: "Solo aquí, qué bien, me parece que estoy encima de todo. No me puede pasar nada. Yo soy el que paso. Vivo. Vivo. Fuera de tantas preocupaciones, fuera del dinero que tenía que ganar, fuera de la mujer con la que me tenía que casar, fuera de la clientela que tenía que conquistar, fuera de los amigos que me tenían que estimar, fuera del placer que tenía que perseguir, fuera del alcohol que tenía que beber. Si estuvieras así. Manténte ahí. Ahí tienes que estar. Tengo que estar aquí, en esta altura, viendo cómo estoy solo, pero así, en lo alto, mejor que antes, más tranquilo, mucho más tranquilo. No caigas. No tengo que caer. Estoy así bien, tranquilo, no me puede pasar nada, porque lo más que me puede para es seguir así, estando donde quiero estar, tranquilo, viendo todo, tranquilo, estoy bien, estoy bien, estoy muy bien así, no tengo nada que desear."
  • Heterodiegético: relata desde un punto que no participa en la historia, por lo tanto, mira desde afuera. Su posición es en tercera persona (el/ellos, ella/s) y posee una mirada objetiva de los hechos, pero nunca se involucra en ellos.
    • El narrador heterodiegético puede ser omnisciente, como una especie de dios que sabe todo lo que sucede, y lo que piensan los personajes.
    “Antes de anotar, Iván recordó a su familia y sus pichangas de infancia. Sabía que si anotaba ese penal, se cumpliría el sueño de su vida. Podrían vender su pase a un equipo europeo. Y así fue. Con una zurda reventó en el ángulo izquierdo del arco. Por primera vez su equipo era campeón nacional.”

    • Otro tipo de narrador heterodiegético es el narrador de conocimiento relativo u objetivo. Aquí, como si fuere una cámara de televisión registra sólo lo que pasa a nivel externo del universo representado. Este narrador da datos concretos, describe las acciones de los personajes. No se mete ni con los pensamientos, ni con los sentimientos de los personajes.
    “Ese domingo, frente al arco, Iván miró al arquero a los ojos. Se dio vuelta y miró por última vez a sus compañeros. Antes de anotar, se detuvo y observó el pasto por un segundo. Con una zurda reventó en el ángulo izquierdo del arco. Los espectadores saltaban cantando sin cesar. Por primera vez su equipo era campeón nacional.
  • Omnisciente: maneja absolutamente toda la información del cuento, ya sean acontecimientos pasados, presentes o futuros. Cuenta en tercera persona las acciones que se evidencian en el exterior o el interior de los personajes: cómo se movilizan, sus diálogos, qué piensan, qué sienten. Ej: "Sintió un frío en el pecho, tuvo miedo y se desvaneció sobre el piso helado de la recámara. Desde la otra parte de la casa lo observaba su madre temerosa e intrigada, aunque sabía bien lo que estaba pasando"
  • Objetivo o Deficiente: muestra la exterioridad de los sucesos brindando datos precisos y exactos sobre los escenarios o acciones que van destacándose en la historia. Cuenta con información concreta y no apela a la subjetividad ni a conocer los pensamientos o sentimientos de los personajes. "En horas de la madrugada tuvo lugar un suceso de confusas caraacterísticas que dejó como resultado dos heridos de bala"
  • Quisciente: no sabe nada más allá de lo que conoce el protagonista o un personaje en especial de la trama. Con el uso de la tercera persona, sólo puede hablar de las características físicas o estéticas, vivencias o experiencias de alguien puntual sin saber nada respecto a l
  • os sentimientos. Cuenta los hechos tal como los ve. En los cuentos de detectives aparece mucho este tipo de narrador ya que dicen lo que hace el protagonista pero no indaga en la mente del mismo. Ej: "Después de seguirlo varias cuadras, lo apuñaló en un callejón" ( quisciente: adj. Que está quieto, pudiendo tener movimiento propio.)
  • Este texto fue extraído de www.tiposde.orgaunque lleva ejemplos extraídos de otras páginas.

DIÁLOGOS: EL ARTE DEL INCISO

(Tomado de alquimistas de la palabra)

      El inciso es la intervención del narrador testigo de los diálogos (o participante a la vez, en algunos casos) para indicar quién habla. Amplía la información sobre variados aspectos referidos al hablante, sólo cuando es necesario.
  Generalmente, y en su forma más común y convencional, los incisos (llamados acotaciones en el lenguaje teatral) corresponden a las distintas variantes de «dijo él» y «dijo ella», denominados verbos dicendi. Informan sobre:
  • El locutor emisor (quien emite el mensaje).
  • El interlocutor o receptor (a quien va dirigido).
  • La forma en que se emite el mensaje.
Los objetivos
   Cuando un narrador se mete en mitad de la conversación, puede limitarse a hacer una indicación o alterar completamente el efecto que ésta nos produce.
   Los incisos del narrador en los diálogos directos pueden ser muy breves, simplemente para indicar qué personaje habla en cada intervención, muy largos o inexistentes.
Umberto Eco dice que cuando se puso a escribir El nombre de la rosa, «las conversaciones me planteaban muchas dificultades. Hay un tema muy poco tratado en las teorías de la narrativa: los artificios de los que se vale el narrador para ceder la palabra al personaje».
    Propone el siguiente ejemplo: dos personajes se encuentran y uno le pregunta al otro cómo está. El otro responde que no se queja y pregunta a su vez qué tal está el primero.
a) -¿Cómo estás?
-No me quejo, ¿y tú?
b) -¿Cómo estás ? -dijo Juan.
-No me quejo, ¿y tú ? -dijo Pedro.
c) -¿Como estás? -se apresuró a decir Juan.
-No me quejo, ¿y tú ? -respondió Pedro en tono de burla.
d) Dijo Juan:
-¿Cómo estás ? ,
-No me quejo -respondió Pedro con voz neutra. Luego, con una sonrisa indefinible-: ¿Y tú?
a) y b) son similares, pero c) y d) son muy distintos y muy diferentes entre sí. Debido a la intromisión del narrador, de c) y d) se desprenden ciertas alusiones en la respuesta de Pedro que no aparecen en a) y b)
El uso adecuado del inciso
El inciso suele ser necesario en los siguientes casos:
  • Cuando se quiere insistir sobre algún aspecto.
  • Cuando el mensaje sugiere distintos matices de res- puestas por parte del interlocutor.
  • Cuando son varios los hablantes.
Insistir sobre algún aspecto
Cuando queremos destacar un rasgo o una reacción que pesan en la trama, recurrir al inciso puede ser una manera propicia.
Ejemplo:
En el siguiente caso, queremos destacar el carácter obsesivo del personaje, empleamos para ello un inciso que marque el uso del lenguaje y el gesto:
•¿Regaste las azaleas, seguro que las regaste? -repitió X por tercera vez mientras se alisaba el bigote con un pequeño peine frente al cristal de la ventana.
Sugerir distintos matices
La escritura de un diálogo responde a una propuesta que previamente podemos hacernos. Para decidir su uso, una vía es probar algunas posibilidades en el mismo diálogo y analizar los resultados, como lo hacemos en el ejemplo siguientes, en que el inciso resulta necesario al insinuar en cada caso un sentido diferente que de otro modo se perdería:
a) -¡Será mejor que te alejes de mí! -respondió X con rabia.
b) -Será mejor que te alejes de mí -dijo X angustiada con un hilo de voz.
c) -Será mejor que te alejes de mí -lanzó X después de un momento como pensando en otra cosa.
Varios hablantes
En muchos casos, es imprescindible el inciso si hablan varios personajes, para que el lector no se pierda.
Ejemplo:
-¿ Quién de nosotros será el primero? -preguntó Raúl.
-Conmigo no contéis -se apresuró a decir Lalo.
-Ya veo que tendré que ser y o -dijo Rita.
-No tienes por qué -respondió Raúl.
-¿ Y si lo fueras, qué? -intervino Magda.
  El inciso cumple una función determinada. No se deben emplear incisos por hábito o de forma arbitraria.
Colocar el inciso
   El verbo dicendi, «dijo», puede colocarse antes o después del parlamento del personaje. Ambas modalidades se pueden encontrar en un mismo texto, aunque no es muy habitual.
Ejemplo:
-Dime una cosa -dijo el padre Ángel-. ¿Me has ocultado alguna vez algún pecado ?
Trinidad negó con la cabeza.
El padre Ángel cerró los ojos. De pronto dejó de revolver el café, puso la cucharita en el plato, y agarró a Trinidad por el brazo.
-Arrodíllate -dijo.
[...] Trinidad cerró los puños contra el pecho, rezando en un murmullo indescifrable, hasta cuando el padre le puso la mano en el hombro y dijo:
-Bueno.
-He dicho mentiras -dijo Trinidad.
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, La mala hora
Variantes del verbo «decir»
El verbo decir es el verbo más utilizado en los incisos del narrador; pero hay muchos otros verbos que pueden precisar con mayor exactitud la información que la voz narrativa desea dar al lector, entre los cuales señalamos los siguientes:
Expresar, afirmar, pronunciar, razonar, manifestar, explicar, declarar, contar, detallar, informar, alegar, enunciar, precisar, observar, señalar.
No utilizar mecánicamente el verbo decir. Escoger el más apto para transmitir la información.
Ampliar el efecto
Los personajes deben expresarse según sus propias características y las del momento de la historia que están viviendo. Existen mecanismos válidos para ampliar el efecto del diálogo, que subrayan o resaltan sus reacciones. Los principales son los calificativos y la descripción.
- Los calificativos
Los adverbios y los adjetivos nos permiten calificar a los personajes. A menudo, no son necesarios porque la fuerza del diálogo basta para decir lo que hace falta y el lector debe entender «qué pasa» gracias a lo que dice y a cómo lo dice cada personaje; pero hay casos en que para expresar estados como miedo o tensión, por ejemplo, una palabra extra -adverbio o adjetivo- puede permitirnos producir la atmósfera adecuada.
Ejemplo:
-Ahora te arrepientes -dijo Federico.
El efecto cambia según cuál sea la actitud de Federico, algo que es posible de especificar mediante alguna palabra que establece el matiz anímico correspondiente:
-Ahora te arrepientes -dijo Federico tímidamente.
-Ahora te arrepientes -dijo Federico cabizbajo.
-Ahora te arrepientes -dijo Federico amenazante.
-Ahora te arrepientes -dijo Federico apasionadamente.
  • La descripción
Otra opción es elaborar la idea, ampliando el calificativo y reemplazándolo por una explicación referida a un estado anímico, un gesto, una sensación o una acción del personaje.
El mensaje transmitido con palabras puede ir acompañado de determinada carga emocional y por algún movimiento corporal que el narrador suele especificar ampliando la visión del personaje que habla. Se puede indicar la desazón con la mirada dirigida al suelo; la ansiedad con un ir y venir constante; una acción específica puede agregar más vivacidad a la escena, etcétera. Cuando el receptor recibe el mensaje hablado del emisor, capta también lo que dice con sus movimientos. Muchas veces, los gestos de los interlocutores se intercambian constituyendo un diálogo sin palabras. Por lo tanto, podemos emplear la descripción breve y específica de estas acciones mínimas para ampliar el inciso.
Ejemplo 1:
Referido a un estado anímico:
-Ahora te arrepientes -murmuró apenas Federico con desazón.
-Ahora te arrepientes -le lanzó Federico con rabia.
Como resultado, se percibe a un Federico diferente en cada caso, caracterizado por su estado de ánimo.
También se puede suponer la reacción del segundo personaje, antes y después de que Federico hable.
Ejemplo 2:
Referido a un gesto
-Ahora te arrepientes -amenazó Federico, señalándolo con el índice.
-Ahora te arrepientes -dijo Federico mientras se quitaba un mechón de pelo de los ojos.
Ejemplo 3:
Referido a una sensación
-Ahora te arrepientes -dijo Federico algo mareado.
-Ahora te arrepientes -Federico dijo sintiendo un mal gusto en la boca.
Ejemplo 4:
Referido a una acción
-Ahora te arrepientes -gritó Federico rompiendo la estatuilla.
Debemos basar la elección del diálogo en las necesidades de la historia narrada y en el aspecto que queremos destacar: poniendo el énfasis en ciertos calificativos, en ciertas explicaciones o regulando el tono expresivo, podemos resaltar un aspecto del personaje en cuestión.

DIÁLOGOS: LOS INCISOS.

Inciso: Parte de una oración que se intercala en ella con un sentido parcial y que, generalmente, se coloca entre comas o entre paréntesis: en la oración ''tu premio, para ser justos, debes compartirlo con tus colaboradores´´, ''para ser justos´´ es un inciso.


Se llama inciso a un texto que se intercala en otro para explicar algo relacionado con el primero y con cierta autonomía gramatical. Los incisos se marcan con tres signos:Comas, paréntesis y rayas y aunque los tres signos impliquen un inciso su empleo no es el mismo.

Uso de la coma:
Es un inciso que tiene mucha conexión en sentido y gramaticalmente con el texto donde está. Va delimitado con comas salvo si el inciso comienza una oración, en cuyo caso solo va la coma de cierre, o va al final de la oración, en cuyo caso solo va la coma de apertura:
Lo que hizo Juan me pareció, si he de ser franco, una faena.
Si he de ser franco, lo que hizo Juan me pareció una faena.
Lo que hizo Juan me pareció una faena, si he de ser franco.
Uso del paréntesis:


Con paréntesis se marca un inciso con mayor autonomía que las comas, aunque según los autores puede tener mayor o menos autonomía que las rayas. Un inciso con paréntesis puede ir al comienzo o al final, ser una oración independiente o incluso abarcar un párrafo:
(Lo que sigue debe leerse con cuidado). La situación real es mucho más compleja de lo que...
Debido al carácter excepcional de los incisos con paréntesis, ha sido práctica habitual (y lo sigue siendo) que el punto de cierre vaya antes del paréntesis de cierre cuando el inciso es completamente independiente, es decir, cuando por sí mismo forme una oración o una serie de ellas:
(Lo que sigue debe leerse con cuidado.) La situación real es mucho más compleja de lo que...
Sin embargo, las recientes normas académicas establecen que ha de ir detrás en todos los casos.

Con rayas:


Con rayas se marca un inciso con mayor autonomía que las comas, aunque según los autores puede tener mayor o menos autonomía que los paréntesis. No se pueden emplear las rayas para incisos al comienzo de una oración (una raya al comienzo de oración indica una intervención en un diálogo, no inciso):
-Si he de ser franco— lo que hizo Luis me pareció una faena.
Sí puede ir intercalado o al final. En estos casos tiene raya de apertura y de cierre, aunque algunos autores proponen otras normas.
Un inciso con rayas no puede ser una oración independiente.
La raya se utiliza para aislar una información. Puede sustituir la coma, el punto y coma y el paréntesis, pero con un énfasis mayor. Usos de la raya:
 Para encerrar los elementos intercalados en lugar de la coma.
Las prendas del espíritu joven —el entusiasmo y la esperanza— corresponden, en las armonías de la historia y la naturaleza, al movimiento y a la luz.
Para lograr una buena imagen —que impacte— cuida tus modales.
No iré hoy —dijo el niño— sino mañana.

(Esto fue extraído de wikilengua)



martes, 5 de mayo de 2015

NOVELA RIOPLATENSE DE INTRIGA Y EROTISMO

por Claudia Esther Cartasso:

Los invito a leer mi novela de intriga y erotismo: " La crisis del yen y la industria automotriz nipona". Deben ingresar a http://www.bubok.com.ar/libros/198420/La-Crisis-del-Yen-Y-la-Industria-Automotriz-Nipona y podrán descargarla en formato PDF a través de su correo electrónico. Ideal para entretenerse en los días fríos.

DIÁLOGOS: Dos puntos ":" y punto y coma ";"

Dos puntos “:”


Antes de una enumeración; tras el encabezamiento de una carta; antes de citar textualmente, enumerar o presentar una conclusión o resumen.

Los medicamentos indicados son, principalmente: analgésicos, antipiréticos y antiinflamatorios.

El texto del final de la carta decía: “no vuelvas a molestarme, por favor”.


El punto y coma “;”


En ocasiones, se explica de una forma poco ortodoxa, pero bastante intuitiva: se usa cuando una coma es poco y un punto y seguido demasiado…

Principalmente, se usará en enumeraciones demasiado complejas, en las que el uso de la coma puede dar lugar a error:

Trajo maletas, de las grandes y de las de cabina, más pequeñas; bolsas, de esas biodegradables; un pequeño, aunque muy útil, bolso de mano; y hasta cinta de embalar.
Del mismo modo, se puede usar para separar partes de la oración cuando esta es también compleja, pero mantiene el enunciado:

Esa casa era como las demás que podía ver a su alrededor desde que había comenzado el paseo; mantenía el aspecto del resto, pero sin dejar de destacar por su elegancia y lo cuidado del jardín; una entre muchas, pero con personalidad propia.

Podría decirse que es el signo de puntuación más desconocido y menos utilizado y, usado con moderación y cuando es necesario, denota cultura en quien escribe.

En general (seguimos explicándolo en lenguaje coloquial), lo más habitual será que se pueda sustituir por un punto y seguido, por lo que su uso queda a criterio de quien escriba.

(ampliaré porque hay dudas sobre esto)

DIÁLOGOS: CUANDO USAR PUNTO Y APARTE EN EL PARLAMENTO DE UN DIÁLOGO

Esto, muy interesante también lo tomé de "Cómo escribir mejor"


En el caso de que el diálogo sea extenso, o el escritor considere que debe introducir un punto y aparte, el siguiente párrafo no comienza con guión, sino que lo hace con la llave, " »".
El motivo es el de indicar sin lugar a dudas que sigue hablando el mismo personaje:

"-Debo procurar no extenderme -dijo él-. El motivo de que el proceso industrial... (seguiría el texto hasta el punto y aparte) . 

»Pero eso no es todo -añadió-, sino que también hay que tener en cuenta el coste de investigación."

Como puede observarse, el resto de la estructura es idéntica a la de un diálogo normal. Es decir, la única diferencia es que el siguiente párrafo (y sucesivos, si los hubiera) comienza por la llave " »".

DIÁLOGOS: ESCRIBIENDO LOS DIÁLOGOS (OTRO APORTE)

LOS DIÁLOGOS
ESTO LO TOMÉ del BLOG:  "Cómo escribir correctamente"
 Los diálogos.

Los diálogos, para diferenciarlos de la narración, van precedidos por una raya ("—" distinto del guion, o símbolo menos, "-"), y nunca terminan en raya, sino en el signo de puntuación correspondiente: punto y aparte, cierre de interrogación, cierre de exclamación o (menos habitualmente) dos puntos o punto y coma.

"Estoy algo cansado."Obsérvese que no hay espacio entre la raya y la primera letra.

Para introducir una aclaración del narrador, se utiliza también la raya:

"—Estoy algo cansado dijo él."
"—Estoy algo cansado dijo él. Me voy a mi casa."

Teniendo en cuenta que hay que diferenciar dos casos:


1.-La intervención del narrador hace referencia a un verbo o acción del habla o el pensamiento ("dijo él", "pensó ella", "replicó su amigo", etc.).
  • Se deja un espacio en blanco entre el final de la frase y la raya, y la frase del narrador comienza sin espacio entre la raya y ésta: "cansado dijo él."
  • La frase comienza en minúsculas: dijo él."
  • El signo de puntuación correspondiente a la frase del personaje se cierra tras la aclaración del narrador: "—Estoy algo cansado dijo él. Me voy a mi casa."
  • Si el diálogo continúa, se cierra con la raya; en caso contrario, no: "—Estoy algo cansado dijo él. Me voy a mi casa."
  • Si la frase del diálogo no está completa, pero le correspondería otro signo de puntuación (como una coma), éste se pone como en el ejemplo anterior con el punto: "—Estoy cansado —dijo él—, y eso que he dormido bien."
2.-En el caso de que el comentario del narrador no tenga nada que ver con la acción de hablar, pensar o cualquiera de acciones relacionadas (gritar, susurrar, etc.), se cierra la frase, si hiciera falta, y el texto del narrador comienza por mayúscula:
—Tengo que irme. -El portazo retumbó en toda la casa.
(Esta aportación se la debo a Iván, gracias a sus comentarios).
Y contando con ciertas excepciones:
  • La exclamación y la interrogación se cierran siempre (si la frase ha terminado) antes de la raya: "¿Estás cansado? dijo su mujer—. Puede que debieras dormir más."
  • Del mismo modo, también los puntos suspensivos preceden a la raya: "Te noto cansado... observó ella. Será que no duermes bien."
  • Si la narración precisa dos puntos, éstos sustituyen al signo de puntuación que correspondería a la frase del diálogo: "Te noto cansado observó ella, y añadió: Será que no duermes bien."

DIÁLOGOS: "DIJO" y Verbos declarativos o verba discendi

También llamados verbos de comunicación o verbos 'dicendi'
  • afirmar
  • admitir
  • asegurar
  • aseverar
  • comentar
  • comunicar
  • confirmar
  • contar
  • decir
  • declarar
  • enfatizar
  • escribir
  • explicar
  • indicar
  • manifestar
  • precisar
  • puntualizar
  • querer decir
  • recalcar
  • reconocer
  • responder
  • subrayar
  • señalar

Construcción

A veces, los verbos de comunicación actúan como verbos de influencia:
Juan dijo que viniera a la fiesta (pidió)
Juan dijo que no vendrá a la fiesta (comunicó)

Significado

En ocasiones se emplean algunos de estos verbos como si equivalieran sin más a decir. Se trata de verbos que denotan un comportamiento determinado del hablante y que solo deben utilizarse cuando la persona se ha comportado efectivamente así. Por ejemplo:
  • recalcar, subrayar, enfatizar: indican que se hace hincapié o se pone énfasis en algo
  • asegurar, aseverar: indican que el hablante expresa gran convicción en lo que dice
  • comentar, precisar, puntualizar: indican que a lo dicho antes se añade algo que lo interpreta, lo completa o lo aclara
  • admitir o reconocer: indican adhesión a la opinión de otro, a veces contra el interés propio

DIÁLOGOS: ESCRIBIENDO UN DIÁLOGO

Veamos este desarrollo sobre los diálogos del Profesor Eduardo Scarletti:


1. El guión (-) sirve generalmente para indicar tanto las intervenciones o parlamentos de los personajes (guiones de diálogo) como los incisos del narrador. En el primer caso, el guión va pegado a la inicial de la palabra con la que comienza el parlamento, con la sangría de la primera línea del párrafo (es decir, texto «entrado»). En el segundo caso, va precedido de un espacio cuando comienza el inciso, y seguido de espacio cuando termina (este último guión sólo se emplea cuando el inciso está dentro del parlamento; cuando está situado al final nunca debe cerrarse: véase, más adelante, el punto 1.9). Estos diez ejemplos recogen sus usos más frecuentes:
-He descubierto que tengo cabeza y estoy empezando a leer. [1]
-Oh, gracias. Muchas gracias por sus palabras -murmuró Jacqueline. [2]
-Somos muchos de familia -terció Agostino- y trabajamos todos. [3]
-Seguro que, a la larga -replicó Carlota con decisión-, todo se arreglará. [4]
-¡Sophie, vuelve! -insistía Stingo-. He de hablar contigo ahora mismo. [5]
-¿Y tú qué entiendes de eso? -saltó Stephen-. No has leído un verso en tu vida. [6]
-Con lo que me hubiera gustado escribir... -susurró-. Poesía. Ensayo. Una buena novela. [7]
-Esto no puede continuar así. La cosa ha ido demasiado lejos -se levantó, al tiempo que se miraba las manos-. Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura. [8]
-Esto no puede continuar así. La cosa ha ido demasiado lejos. -Se levantó, al tiempo que se miraba las manos-. Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura. [8 bis]
-Sí, amigo mío, me asombra tu valentía -dijo ella con aplomo. Y tras una breve pausa, añadió-: Admiro de veras tu sangre fría. [9]
-Ya sé en qué está pensando -dijo la propietaria-: en el color rojo. Todos hacen lo mismo. [10]

Comentemos brevemente, punto por punto, estos ejemplos.
Caso 1
-He descubierto que tengo cabeza y estoy empezando a leer.
1.1. El caso más sencillo es el primero. Adviértase simplemente que el guión de arranque de diálogo va pegado a la primera palabra del parlamento. Sería un error indicarlo así:
- He descubierto que tengo cabeza y estoy empezando a leer.
1.2. Como se ve en el segundo ejemplo, el guión de cierre se considera superfluo -y por tanto se elimina- cuando el párrafo termina con un inciso del narrador. Es incorrecto indicarlo así:
-Oh, gracias. muchas gracias por sus palabras -murmuró Jacqueline-.
1.3. En el tercer ejemplo, obsérvese que los guiones que encierran el inciso del narrador van pegados a éste, no separados de él; pero adviértase que tampoco van pegados al parlamento del personaje. Así pues, sería erróneo indicarlo de estas dos maneras:
-Somos muchos de familia - terció Agostino - y trabajamos todos.
-Somos muchos de familia-terció Agostino-y trabajamos todos.
1.4. En el cuarto ejemplo, la coma que va después de la palabra «larga» debe ir después del inciso, nunca antes. O sea, no debe indicarse así:
-Seguro que, a la larga, -replicó Carlota con decisión- todo se arreglará.
1.5, 1.6, 1.7. En los ejemplos quinto, sexto y séptimo puede observarse que figura un punto de cierre después del inciso del narrador, aun cuando el parlamento del personaje previo al inciso lleve signos de exclamación, de interrogación o puntos suspensivos (signos que, en realidad, no tienen función de cierre propiamente dicha). Por consiguiente, estos diálogos no deberían indicarse así:
-¡Sophie, vuelve! -insistía Stingo- He de hablar contigo ahora mismo.
-¿Y tú qué entiendes de eso?-saltó Stephen- No has leído un verso en tu vida.
-Con lo que me hubiera gustado escribir... -susurró- Poesía. Ensayo. Una buena novela.
1.8. En la primera variante del ejemplo octavo [8] vemos que antes del inciso del narrador no figura punto. Puede justificarse esta elección aduciendo que, si bien el inciso no tiene relación directa con el diálogo, se considera implícito un verbo dicendi, como decir, afirmar, añadir, preguntar, insistir, terciar, etc. («-dijo y se levantó», «-dijo levantándose», «-dijo y, acto seguido, se levantó», etc.).
Pero si se considera que el inicio no tiene relación directa con el parlamento anterior, el diálogo puede disponerse tal como se indicaba en el ejemplo [8 bis]. Obsérvese, en el ejemplo que ofrecemos a continuación, que ponemos punto después de "lejos" y que el inciso del narrador comienza con mayúscula.
-Esto no puede continuar así. La cosa ha ido demasiado lejos. -Se levantó, al tiempo que se miraba las manos-. Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura.
En cualquier caso, en lo que respecta al guión de cierre del inciso, no debe marcarse con el punto antes del guión, como en este ejemplo (que es, por tanto, erróneo):
-Esto no puede continuar así. La cosa ha ido demasiado lejos. -Se levantó, al tiempo que se miraba las manos.- Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura.
1.9, 1.10. También en los ejemplos noveno y décimo hay una marcada tendencia a la unificación, en el sentido de que los dos puntos suelen figurar después del guión que cierra el inciso del narrador. Conforme a este criterio -que también tiene la virtud de la simplicidad-, se pasa por alto esta distinción: en el noveno ejemplo, los dos puntos pertenecen al inciso del narrador, mientras que en el décimo forman parte del parlamento del personaje; ello se ve claramente si suprimimos los incisos:
-Sí, amigo mío, me asombra tu valentía. Admiro de veras tu sangre fría.
-Ya sé en qué está pensando: en el color rojo. Todos hacen lo mismo.

Caso 2
-He descubierto que tengo cabeza y estoy empezando a leer.
2. Cuando la intervención de un personaje se dispone en varios párrafos a causa de su extensión, a partir del segundo párrafo no hay que usar guiones sino sólo comillas de seguir que -conviene insistir en ello- no deben cerrarse al final.
-Sí. Porque no me lo había planteado antes. No había querido hacerlo. Los detalles adquirieron entonces una increíble importancia. Me aturdía encontrarme otra vez en Nueva York, sinceramente. Me sentía como una extraña, como si aquella no fuera mi ciudad.
»Cuando llegamos a Hamond Hill estaban todos allí en la sala. Y la misma ansiedad que había sentido antes se repitió en aquellos momentos con mis hermanos y mi hermana. No me cansaba de mirarlos. Los veía también como unos extraños, como si no fueran de mi misma carne...
»Y recuerda lo que te digo. Me has pedido que te lo cuente y eso es lo que estoy haciendo. Nos reunimos con los demás y hablamos con papá y mamá, que habían organizado la reunión como si se tratara de un congreso. Lo único que faltaba eran tarjetas en las solapas.
2.1. También usaremos este tipo de comillas siempre que un diálogo aparezca dentro de otro diálogo, pero en este caso, después de las comillas (que tampoco se cerrarán) sí debe ir el guión correspondiente.
-La historia de Arturo y Raquel sería incluso divertida si no fuera tan trágica. Hacían una sola comida al día, hasta que a él se le ocurrió la idea. Y recuerdo perfectamente -seguía explicando Jacques- la conversación que tuvieron:
»-Deja de quejarte -le dijo él-. Ya sé cómo podemos comer.
»-¿Cómo? -preguntó ella, atónita.
»-Muy sencillo -contestó él-. Ve a la Maternidad y les dices que estás embarazada. Te darán comida y no te preguntarán nada.
»-¡Pero yo no estoy embarazada! -chilló ella.
»-¿Y qué? -repuso él-. Basta con una almohada o dos. Es nuestra última oportunidad y no podemos dejarla escapar.
Obsérvese que los incisos de los personajes cuya conversación transcribe Jacques van también con guiones, en vez de abrir y cerrar comillas cada vez. En estos casos puede sacrificarse la normativa a la superior claridad expositiva, puesto que el riesgo de confusión es mínimo (véase el punto 3). Creemos que esta disposición resulta más sencilla que la que figura a continuación, hecha a base de comillas latinas e inglesas, en la que llegan a acumularse nada menos que tres signos de puntuación (,"¿):
»"Deja ya de quejarte", dijo él. "Ya sé cómo podemos comer."
»"¿Como?", preguntó ella, atónita.
Y ello por no hablar de las dudas sobre si la coma del primer parlamento debe ir antes o después de las comillas, en caso de que quisiéramos unificarlo con la segunda parte del parlamento, que termina con punto y comillas («Deja ya de quejarte,» dijo él).

Caso 3
-Somos muchos de familia -terció Agostino- y trabajamos todos.
3. En los diálogos, los incisos que correspondan al personaje que está hablando han de ir entre paréntesis, no entre guiones, porque podrían confundirse con un inciso del narrador (el segundo ejemplo muestra la manera incorrecta de marcarlos):
-Aquella noche soñé (o al menos eso creo recordar) que Teresa y tú paseabais por la orilla del lago -confesó inquieto Miguel.
-Aquella noche soñé -o al menos eso creo recordar- que Teresa y tú...

Caso 4
-Seguro que, a la larga -replicó Carlota con decisión-, todo se arreglará.
4. Es posible que un diálogo empiece con puntos suspensivos y con inicial minúscula. Ello ocurre cuando un personaje retoma una conversación interrumpida por el parlamento de otro personaje. Adviértase, en el tercer ejemplo, que los puntos suspensivos van pegados al guión, y por tanto separados de la primera palabra del diálogo ("y"):
-Depende de cómo se interpreten sus palabras -dijo insegura la señorita Fischer-. Quiero decir que cuando una muchacha no puede acercarle la mantequilla a un hombre sin ruborizarse hasta las orejas...
-Comprendo perfectamente su turbación -cortó con aspereza la señorita Pearl.
-... y cuando le da las gracias y luego le pregunta si quiere una galleta como si él fuera el médico de la familia... No sé si entiende lo que quiero decir.

Caso 5
-¡Sophie, vuelve! -insistía Stingo-. He de hablar contigo ahora mismo.
5. Es un error inadmisible usar, a lo largo de una obra de narrativa, comillas de apertura y de cierre -que aparecen sistemáticamente en obras anglosajonas, alemanas y con frecuencia, aunque no siempre, en las italianas- en vez de guiones. Las comillas deben reservarse para los diálogos sueltos que aparecen dentro de una descripción larga del narrador.
5.1. Si al uso de comillas en vez de guiones se le suma una excesiva fidelidad tipográfica al original, el resultado puede ser teóricamente injustificable y contrario a toda normativa (véase, en el ejemplo siguiente, la curiosa manera (errónea) de introducir los verbos dicendi, que aparecen en minúscula aunque vayan precedidos de punto). El fragmento que ofrecemos está tomado de la última versión castellana -la mejor, literariamente hablando- de la novela de William Faulkner El ruido y la furia (1987):
«Hace demasiado frío». dijo Versh. «No irá usted a salir».
«Qué sucede ahora». dijo Madre.
«Que quiere salir». dijo Versh.
«Que salga». dijo el tío Maury.
«Hace demasiado frío». dijo Madre. «Es mejor que se quede dentro. Benjamín. Vamos. Cállate».
5.2. Tampoco debe seguirse la disposición que suele aparecer en obras francesas, una curiosa mezcla de comillas, comas y guiones: el primer parlamento se inicia con comillas, en los sucesivos se usan guiones y el diálogo vuelve a cerrarse generalmente con comillas:
«Je n'ai pas envie de te voir comme une étrangère.
-Tu aimes mieux ne pas me voir du tout?, insistai-je.
-Mettons que ce soit ça», dit-il séchement.

Caso 6
-¿Y tú qué entiendes de eso? -saltó Stephen-. No has leído un verso en tu vida.
6. Al contrario de lo que ocurre con frecuencia en obras anglosajonas e italianas, los diálogos en narrativa irán habitualmente en punto y aparte (excepto, claro está, cuando sean breves y vayan dentro de un párrafo que es preferible no dividir; véase el punto 5). Adviértase -y esta regla debe seguirse sin fisuras- que las comillas que aparecen en los diálogos del original se sustituyen sistemáticamente por guiones, como ya hemos dicho.
Este es el original inglés:
For herself, Jane wanted to find out diplomatically, before asking straight out, whether the blue suit was here or whether it had gone off too. «I thought I saw John,» she said. «Dashing out of the Post Office. What was he wearing?» «A raincoat,» said Martha. «And that good-looking blue suit?» persisted Jane. «Why, yes, I think so", said Martha. «Yes, he was,» she added, more positively. Jane caught her breath. «How long is he going to he gone?» «Just today,» said Martha. ~He has to see somebody for dinner. He'll be back late tonight. «Oh,» said Jane.
Y ésta la versión castellana:
Jane quería descubrir con diplomacia, sin preguntarlo directamente, si el traje azul estaba allí o si también había desaparecido.
-Me parece que he visto a John -dijo- cuando salía de Correos. ¿Qué era lo que llevaba puesto? [1]
-Un impermeable -dijo Martha.
-¿Y aquel hermoso traje azul? -insistió Jane.
-Pues, sí, creo que sí -respondió Martha, y luego añadió con seguridad-: Sí, lo llevaba. [2]
Jane contuvo el aliento: [3]
-¿Cuánto tiempo estará fuera?
-Sólo hoy -dijo Martha-. Tiene que cenar con alguien. Llegará esta noche, tarde.
-Ah -repuso Jane.
Véanse, en los párrafos marcados con [1], [2] y [3], las libertades que en lo relativo a la puntuación se toma el traductor (buen conocedor del tema, por cierto). Su versión es indudablemente más fluida que una puntuación demasiado fiel al original inglés, como ésta:
-Me parece que he visto a John -dijo-. Cuando salía de Correos.
-Pues sí, creo que sí -dijo Martha-. Sí, lo llevaba -añadió luego con seguridad.
Jane contuvo el aliento.
Obsérvese que en el párrafo [1] se elimina un punto y la frase gana en fluidez; en el [2] se unifican en un solo inciso las dos intervenciones de Martha; y en el [3] se sustituye el punto de cierre por dos puntos, para aclarar qué personaje habla.
6.1. Salvo casos excepcionales, la norma del punto 6 debe seguirse con rigor cuando son varios los personajes que hablan: poner los diálogos uno tras otro, aunque sea con guiones, resulta confuso y complica innecesariamente la lectura. Véase este ejemplo, perteneciente a la novela El grupo, de Mary McCarthy (1966):
Libby se puso exageradamente pensativa. Se llevó un dedo a la frente. -Creo que sí -afirmó, asintiendo tres veces-. ¿Pensáis realmente...? -empezó con presteza. Lakey hizo señales a un taxi con la mano. -Kay dejó al primo en la sombra, con la esperanza de que alguna de nosotras le proporcionara algo mejor. -¡Lakey! -murmuró Dottie, moviendo con reproche la cabeza. -Caramba, Lakey -dijo con risa de falsete Libby-; sólo a ti se te ocurren estas cosas.
6.2. El punto y aparte también suele usarse en aquellos casos en que el inciso del narrador empieza con un verbo dicendi y continúa, después de punto, con un texto de extensión considerable (por ejemplo, una descripción sobre las características del personaje que habla, una puntualización sobre el lugar donde se desarrolla la acción o precisiones de diversa naturaleza). Véase el ejemplo:
-Todo está bien -dijo Arturo.
Iba vestido con una camiseta y pantalones cortos de deporte, y llevaba sandalias de jardín. Vestido de esta manera, fascinó aún más al agente con el que se había encontrado en junio, el día que alquiló la casa. Arturo le parecía misterioso y fuerte. Su rostro le traía al pensamiento sal, viento, mujeres extranjeras, soledad y sol.






DIÁLOGOS: ¿HUBIERA O HABRÍA?

¿HUBIERA O HABRÍA?

Hubiera cantado por habría cantado

A veces, constato que se usa la forma hubiera cuando me suena mejor decir habría: «De haberlo sabido no hubiera escrito». Incluso repitiéndolo en frases del tipo «Si hubieran aparecido [término correcto] hubieran [¿habrían?] podido participar en la presentación». Como lo he visto en escritores de renombre, lo presumo correcto pero agradecería una explicación.

FUNDEU RESPONDE:

En las oraciones condicionales con tiempos compuestos, se suele utilizar el pluscuamperfecto de subjuntivo en la primera parte y el condicional en la segunda: «Si hubieran aparecido, habrían podido participar», pero también es posible utilizar el subjuntivo en las dos partes: «Hubiera/habría sido mejor si nos hubiéramos quedado en casa».
Como señala la Gramática, la alternancia libre de estos dos tiempos (hubiera/habría) NO se produce en oraciones en las que el subjuntivo es exigido por otro verbo u otra oración: «Lamentó que a su jefe no le hubiera/*habría gustado el trabajo», pero SÍ en otras en las que el subjuntivo no es obligatorio: «Me habría/hubiera gustado trabajar con él».

Yo tengo mi propio ejemplo con el "SI" condicional
-Si hubiera/hubiese conocido a Mozart, la habría pedido un autógrafo.